Sôbolos rios que vão por Babilónia, sentados
chorámos as lembranças de Sião,
e nos salgueiros pendurámos as harpas
contra o vento.
Herberto Helder, O Bebedor Nocturno - poemas mudados para português,
Assírio & Alvim, p.15
Sólo tu corazón caliente, y nada más. Mi paraíso, un campo si ruiseñor ni liras, con un rio discreto y una fuentecilla. Sin la espuela del v...